No hagas preguntas. no tienes ese derecho. Lo que tienes es la cuerda de la guillotina que yace sobre la cabeza de tus amigos. Eso es todo, no es una oferta, es una orden. Tengo órdenes de llevarte ilesa. Lo diré solamente una vez más: Ven conmigo mujer.
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Más tarde:
- Muy bien, creo que así está bien. Sacar la basura, hacer la compra, meter las cosas en el congelador... Espero que con esto se las apañen sin mi...
Te daré esto. Mientras lleves esto puesto nadie te podrá ver ni sentir, tan solo te percibiremos nosotros. Además, mientras lo lleves puesto tendrás la habilidad de traspasar la materia. Pontelo y no te lo quites. Te doy un intervalo de 12 horas. En ese tiempo podrás despedirte de una sola persona. No obstante, si aquella persona se percata de tu presencia te mataré a ti y a tus amigos. El límite es media noche, encargate de todo lo que necesites y entonces ven al lugar indicado.
No lo olvides..., tan solo una persona.
Orhi se levantó del cojín sobre el que estaba sentada y se marchó, dejando un pequeño cuaderno con notas escritas.
Caminó y caminó. A lo lejos, unas luces titubeantes se dejaban ver. Era la casa de Kira. Subió hasta la segunda parte y atravesó la puerta.
- Hmmff, creo que es aquí-. se dirigió hacia Kira, que se encontraba tumbado en la cama medio muerto, con vendas que le tapaban todo el cuerpo excepto la cara, se encontraba durmiendo.- Para suerte sincera, tenía muchísima gente de la cual despedirme, Suki; Shida; Chad... Pero,... -. un ruido la sobresaltó.
Era un pequeño gemido. Echó la cabeza hacia a adelante para poder ver quiénes eran. Eran las hermanas de Kira que se habían quedado durmiendo en su habitación.
- Deben de haberse sentido muy solas desde que a Kira le ocurrió eso. Solo querían comer en su habitación..., un momento..., es... la habitación de Kira-. Orhi se puso un poco roja.- "Ahora que lo pienso, nunca había estado en su habitación. La verdad es que huele a él".
Orhi tendió su mano y cogió la de Kira con suavidad, se agachó y se acercó a su cara. A medida que iba acercándose a sus labios apretaba su mano contra su pecho. Las narices se tocaron, los labios estaban a punto de tocarse... pero Orhi se retiró llorando.
- Es.. esto no está bien-. Alzó la mano y se secó las lágrimas.- Mira que es lo que hago... soy un desastre. Es la última vez que te veo y mira lo que hago...-. Se echó hacia los visillos y miró hacia el techo.- Tenía tantas cosas que hacer... Querría convertirme en maestra de escuela; en un astronauta; querría abrir una pastelería y fabricar tan solo para mí; querría ir a una pastelería y gritar "¡Me los llevo todos!"... Si tuviera cinco vidas distintas hubiera nacido en cinco ciudades diferentes, hubiera comido cinco cosas diferentes, hubiera tenido cinco trabajos distintos, pero... en las cinco veces me hubiera enamorado de la misma persona. Gracia, y adiós.
Volvió a atravesar la pared, salió a la calle y se alejó.
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