No te odio, no te quiero, tan solo quiero saber porque me haces esto. Porque no se a lo que viene lo que dices.
Tenemos cuatro colores entre los que nos distinguimos. Por un lado está el negro, simboliza un encierro a lo que notamos peligroso, extraño y lo apartamos. El blanco, simboliza pureza y humildad, frescura, gratitud y la verdad. El rojo, simboliza pasión, dolor, tensión, pudor, angustia, inquietud, inexactitud y carisma. El azul, simboliza las ganas de volar, las tendencias desaparecidas del vivir cada día, la versión real y ficticia de la vida misma, el mar desbocado que pide a gritos la liberación de su cansancio.
Tan solo me tienes que levantar y alzarme sobre las incandescentes llamas del cielo, tan solo tienes que dejar de luchar por lo que no quieres ser y aprender a vivir con propiedad.
Créeme, al azul, el un color, tan solo uno más entre este mundo. No te quedes estancado, avanza y crece.

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