viernes, 12 de noviembre de 2010

Elección

Sobrivivimos en un mundo lleno de alimañas malvadas y sedientas de sangre que harían lo que fuera por llegar a ser alguien, tenemos complejos, sobrevivimos a lo que se nos pone por delante, algunos caen, otros pocos viven, y uno o dos sobrevive.

Los que caen, caen en un mundo lleno de desigualdades, lleno de espacios en blanco que han sido consumidos por el mismisimo Diablo, por ellos mismos, se despiertan en camas desarraigadas, llenas de bichos asquerosamentes asquerosos, viven con el peso de millones de vidas sobre sus espaldas, algunos no aguantan y se suicidan, otros se vuelven locos, otros tan solo viven en ese desierto de desesperación, en ese mar de oscuridad, duermen pensando en la muerte que se les puede avecinar a la mañana siguiente. Quieren llegar a algo, por lo menos quieren vivir, tan solo vivir, pero caen estrepitosamente en un agujero de oscuridad y desesperación en el cual tan solo las ratas y las cucarachas oiran sus lamentos. Viven rodeados de desperdicios, rodeados de seres inexistentes, de miedos, de temores, lloran por la noche rezando para salir de allí, pero nadie les escucha, viven aislados, con la inmundicia, con los muertos. Tan solo sonrien una vez al día, cuando tienen que comer, sonrien, te enseñan esos dientes sucios, negros, destrozados. Lloran, lloran intensamente, lloran sin convicción, lloran a raudales, lloran los que caen, lloran por levantarse, lloran por cansancio, lloran desgastados, lloran decaidos, amargados, lloran por dolor, dominados, lloran por llorar, lloran por vivir mejor.

Los que viven, viven en un mundo lleno de desigualdades, en un mundo de oro, de plata y de bronce, viven rodeados por sus deseos más preciados, viven en consonencia con la vida, viven totalmente apartados, aislados de mundo exterior, viven felices, contentos de sus preciosas y valiosas vidas, viven con la vida ya totalmente resuelta. Se sientan en su trono de oro, miran lo que pasa a su alrededor, contempla lo que ocurre, nada. Quieren llegar a ser algo, quieran lo que quieran, siempre lo consiguen, bueno, casi siempre. Viven rodeados por mesas de roble barnizadas en oro, rodeados por sirvientes que hacen lo que se les ordena, rodeados de dinero, de colchones, rodeados de cojines de lana, viven aislados, no quieren salir de esa utopía en la que están viviendo, quieren vivir como dioses, rodeados por caprichos absurdos, son felices por lo material. Rezan para que eso no se acabe, para que todo perdure, para que dure una eternidad. Solo lloran cuando piensan que todo eso puede desaparecer, cuando la comida no está hecha como les gusta. Sonrien intensamente, sonrien de felicidad material, sonrien angustiados por todo lo que tienen, sonrien afectados por lo que les puede pasar, sonrien por vivir, sorien por sonreir.

Los que sobreviven son los que pasan penurias, desventuras ligadas a un destino ya escrito, ellos ya lo saben, todo es blanco, todo es oscuro, todo es aureo, nada es como se supone que tiene que ser, personas aparentemente amables, personas aparentemente codiciosas, amargadas, felices, angustiadas, risueñas, malhumoradas, dudosas, decididas, asquerosas, aborrecibles, queridas, odiadas. Todo el mundo, todo el que sobrevive tiene algo que hacer, sobrevivir, despertar del sueño en el cual han estados incrustados todo este tiempo, salir del subsuelo, descender del cielo. Los que quieren ser alguien lo pueden hacer, se pueden convertir incluso el Dioses, dioses poderosos, pero por cada persona que logre alcanzar su meta, siempre habrá por el contrario alguien que caiga en la desesperación. Los que vivan podrán vivir como les venga en gana, pero su destino ya está escrito. Las personas que caigan tendrán que vivir como se les ordene, su destino estará ligado a un ser superior a él. Los que sobrevivan, podrán elegir entre vivir y caer con las acciones que elijan, con las equivocaciones, con las convicciones, con las desesperaciones, con los sueños, con las pasiones, con sus correccíones, admiraciones, con sus direcciones, deseos, pero sore todo con su propio prejuicio.

Nadie quiere caer, todos quieren vivir, pero, ¿y sobrevivir?, ¿quién quiere sobrevivir? Nadie, nadie y nadie, porque si caes mueres, si vives vives, pero si sobrevives,¿qué haces?, puedes vagar indeterminablemente entre un mundo y otro, puedes tomar tus propias decisiones, puedes elegir puedes ser quien quieras.
Los que caen y los que viven ya tienen la vida ligada a algo o a alguien, pero los que sobreviven pueden forjarse su propio destino.

¿Qué será mejor, caer, vivir o sobrevivir? Una dificil pregunta se nos plantea, y ,¿qué hacemos?, ¿pasar y dejar que se solucione por terceros o ser tú quien la solucione, tanto si es para mal como para bien?
¿Qué decidir? Es tan dificil, o tan facil, es tan ilógico dar a elegir a alguien por su vida, por todo su destino. Es tan extraño ser egoista. Es diferente, es comparablemente la decisión más dificil que nos hagamos aunque lo tengamos claro. Habrá momentos en los que nos sentamos sedientos de algo, que querramos algo a toda costa pero no lo podemos conseguir, en esos momentos querremos vivir. Habrá otros en los que nos sintamos rotos por dentro, muertos, vacios, esos momentos son en los que tan solo pensaríamos en caer. En otros sencillamente nos sintamos faltos de razones para caer o vivir, en los que necesitemos algún incentivo para seguir adelante, en esos momentos desearíamos sobrevivir.

En serio, no tengo ni idea, no se donde estoy, tan solo se que tengo que tomar un decisión y no se cual. Me desmorono con tal de pensar en elegir, mi vida, no puedo, quiero caer, quiero vivir, quiero sobrevivir, ¿qué quiero? No lo se, tan solo quiero que esto acabe ya, quiero acabar de una vez. Voy a elegir. Pero, ¿y si me equivoco?¿Qué pasara?¿Me arrepentiré? No lo se, no se lo que me pasará, tan solo voy a dar una respuesta.




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