miércoles, 17 de noviembre de 2010

Plegaria del refugiado

¡Dejadme!¡Quiero ir, quiero ser libre!¡No me importa lo que me pase, tan solo quiero notar un ápice de libertad!¡Dejadme, quiero sentirme libre!¡Quiero romper estas berjas que me impiden vagar libre!¡Quiero vivir, quiero sentir lo que es correr en libertad, quiero volverme salvaje!¡No aguanto, quiero sentirme agusto!¡Prefiero morir que vivir en esta situación, prefiero vivir en el mismísimo infierno, seguro que es mejor que esto!

Tranquilo hijo, no sufras, no seas estupido que te veran, y nos seguiran ignorando como nos han ignorado todo este tiempo que hemos estado aquí encerrados, seguiran haciendo la vista gorda ante lo que pasa. Dicen que no les incumbe ya que no somos su pueblo. Pero acaso no vivimos todos en el mismo planeta, acaso no somos iguales, acaso no venímos del mismo origen.

Caliéntate tu mismo por el fuego, hijo, y la mañana veremos proto, cuando el mañana llege yo te contaré historias de un tiempo mejor, en un lugar que nosotros alguna vez conocimos, en un lugar en el que no existian berjas contra la libertad, un lugar en el que heramos libres.
Antes, nosotros hacíamos nuestras maletas, y dejabamos todo lo que no nos gustaba, nosotros teniamos un lugar al cual podíamos llamar, un lugar al que acudir en cualquier momento y una vida que nadie podia tocar.

Y ahora les digo yo a esas malvadas personas, autoritarias, inquisidoras, incordiosas, vengativas, inmorales y codiciosas:

Somos la rabia y la desesperación, el hambre y el frió, somos los únicos que permanecemos en silencio, y siempre hicimos lo que nos dijeron. Pero hemos sudado mientras tú duermes tan tranquilo, en la seguridad de tu casa, hemos sacado los clavos que sostienen todo lo que tu has conocido.
No permaneceremos mas en silencio, cantaremos durante el día, del vivir que hemos perdido a manos de esos seres superiores, y el vivir que hemos reclamado, el que hemos reclamado durante estos largos siglos de exclavitud.

Así que abre tus ojos hijo, vamos a estar en nuestro camino, rompiendo ventanas y cenizas, estamos guiando en el camino.

No me mantengas ahora, yo puedo sostener mi Propia Tierra, yo no necesito tu ayuda ahora, tan solo me dejarás caer, me dejarás guiar mi vida como yo vea necesaria que para eso ya me has ayudado bastante.




Escondete hijo, al parecer nos han encontrado, ponte detrás mía, yo te protegeré.

Unos disparos ensordocedores se oyen, un reguero de sangre se ve recorriendo el pequeño cuerpo del niño y el cuerpo del padre se aprecia a lo lejos sin vida.

Otro niño se acerca a la verja, cerca del cuerpo del niño, no se inmuta de que a lado tiene un cadaver, y mira hacia el exterior de la verja.

Es verdad, teneis toda la razón del mundo, es mejor dejarnos como estamos, es mejor hacer la vista gorda y mirar hacia otro lado dando a entender que aquí no pasa nada, que todos vivimos en paz.

¡En serio esperais que aguantemos todo lo que estamos pasando, en serio quereis dejar esto al margen!

¿En serio quereis dejarnos morir?

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