Salí de casa sin muchas ganas de ir a un concierto ya que me encontraba bastante bien sentado en el mi sillón sofá de mi habitación situado perfectamente en frente de la televisión mientras jugaba a la Wii, a un juego llamado Monster Hunter 3. El viaje no fue muy entretenido y no se si lo podría llamar viaje ya que era en el Palacio de los Deportes.
Llegamos y me encontré con un pequeño atasco para entrar en el llamado subterraneo o donde se aparcan los coches. La primera planta o la llamada P1 estab ocupada, bajé a la segunda planta o la llamada P2 (ojo con hacer chistes con esta planta) y para mi suerte estaba medio llena (soy optimista).
Subimos por unas escaleras muy bien cuidadas pero demasiadas largas, acabé cansado cuando llegé arriba.
Por fín vi la luz(o más bien la oscuridad de la noche). Asomé la cabeza me encontré con una manada de gente que iba hacia la entrada.
Como se trataban de las 21:00 y no había merendado busqué un sitio para comer, el primer sitio que encontré fue un puesto de chuches, o chsuchses para algunos, y como que no iba a cenar eso. El sugundo sitio fue un pequeño restaurante alemán, entré y ví que estaba que esplotaba, pero el hambre me podia asi que me quedé, le dije a un camarero lo que quería y me dijo que se tenía que pedir en caja, miré hacia la caja y ví a un montón de hienas hambrientas, me retiré pausadamente para no llamar la atención.
Me fui dirección a la entrada y le pregunté a un guardia que si dentro servian comida, asintió.
Entré, y me comí un bocata de atún con pimientos acompañado por una cocacola, todo esto de la riquísima cadena de comida llamada Arturo(o algo parecido), no sabía si comía papel con típex o atún con pimientos.
Terminé de cenar y me adentré en el corazón del concierto, la pista. Cogí sitio y esperé a que empezara, y un rato si que esperé, ya que todos los cantantes son tan puntuales........ Me percaté de que la mayoría de las personas eran de cuarenta años en adelante, también habia abueletes.
Como todos los cantantes tardo en aparecer, pero cuando salió todo el mundo reaccionó, mirarn hacia el escenario y gritaron como si el fin del mundo se tratase. Cantó una canción para animar al publico (aunque no se yo si se le podría haber animado más, pero me equivoqué). Después cantó la de "Bienvenidos", cuando empezó todo la gente se puso a gritar más y a saltar como si de canguros se tratasen.
Mediante avanzaba la velada Miguel Rios fue sacando invitados. Uno de ellos fue el cantante de MClan, otro fue Rosendo, y otros de los que no me acuerdo.
De lo que más me llamó la atención fue que ponía carteles impresionantementes grandes en los que ponía "Prohibido fumar", ¿y sabéis que? Que algunos se lo pasaban por el forro. Un ejemplo que os puedo poner es los seis mendas o personas incivilizadas que se encontraban delante de mí, estaban colocados por fealdad y por cardo. Los que estaban delante eran un poco normales, los que se encontraban en el medio eran feos, pero es que los que se encontraban justo al lado mía eran dos sacos de cardos borriqueros perdidos de heces de vaca. Estos especímenes no fumaban, no, se hacian unos porros impresionantes, claro, y yo me los comía.
Terminó el concierto y como en todos los conciertos hicimos los borregos, es decir, ir todos en bandada hacia la salida (imaginaos como era lo de salir los cientos de personas que estabamos en pista por una salida, con todo el suelo lleno de cervezas derramadas con un olor a porro impresionante.
Al final logré salir vivo de allí. Me metí en el coche, cuando ya estaba en la salida una chica golpea al coche de alante istérica perdida, mi padre para el coche y la pregunta que quién iba en el coche, y le contesta "Miguel Rios". Me había quedado con el modelo del coche (ya se me ha olvidado). Cuando estabamos a punto de llegar a casa veo el coche y me pongo a su altura.
Se encontraba Miguel Rios tumbado hacia mi dirección, dos guardaespaldas y el chófer.
¿Mike Rivers? OMG!!! Un poco viejuno, ¿no? Me recuerda tanto a mi preadolescencia, donde escuchábamos el buenasnochesbienvenidos (con b-v, por el amor de Dios, Iván) como si no hubiera un mañana, pero ahora, buff, me da repelús.
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